¿Tengo realmente hambre cuando pico entre horas?

Trabajando en una oficina seguro que te habrás encontrado algunas veces delante de la máquina de vending con la urgencia de comprar algo para picar.

Seguro que has tenido esa sensación de hambre que debe ser saciada al momento, que no puede esperar más. Cuando esto pasa, casi seguro que no compras nada saludable.

¿Es realmente hambre lo que tienes? 

Sí, es lo que llamamos hambre emocional.

Las emociones son una combinación de reacciones químicas, eléctricas y fisiológicas que envían información al cerebro para que se prepare para actuar.

En caso de percibir miedo o peligro, la respuesta será huir. Esto está claro si nos persigue un tigre, pero no está tan claro cuando tenemos sensación de estrés, tristeza o aburrimiento.

Nuestro ritmo de vida no nos permite estar atentos a nuestras emociones, pero las emociones nos remueven y en muchas ocasiones, usamos la comida para despistarlas.

Esto se podría explicar porque desde pequeños establecemos un vínculo muy fuerte entre comida y bienestar. Sólo hace falta ver el consuelo de un recién nacido cuando se le da leche materna o biberón.  Así que, ante una sensación que no nos gusta, como puede ser estar tristes, aburridos o sobrepasados de trabajo, la comida nos dará satisfacción instantánea, camuflando estas emociones poco agradables momentáneamente.

¿Cómo puedo saber si es hambre emocional o real?

El hambre emocional aparece de repente y no puede esperar. Si de repente te ocurre, espera unos minutos y piensa qué emoción hay detrás. Si pasado un tiempo el hambre persiste y decides comer algo, hazlo despacio y saborea el momento.

Los productos dulces suelen apetecer cuando hay emociones como la tristeza, el aburrimiento o el miedo. Mientras que si estás estresado puede que te apetezca más algo crujiente.

Si comes para premiarte o castigarte por algo, también es hambre emocional. Comer es una necesidad fisiológica, no debería ser nunca un premio o un castigo.

Identificar la emoción que hay detrás de tu comportamiento al comer puede servirte para buscar actividades alternativas a la comida y pueden ayudarte a picar menos entre horas.

Prevenir antes que curar

De todas formas, si te gusta picar entre hores, una buena opción es ir bien preparado a la oficina:

  • Bebe agua durante la jornada laboral
  • Llévate un puñado de frutos secos (sin sal)
  • Come fruta a media mañana
  • Prepárate un hummus con palitos de zanahoria
  • o un pudding de chía con alguna leche vegetal y topping de frutas

Planificar bien los “snacks” para toda la semana te llevará sólo unos minutos y te pueda ahorrar dinero y (auto)decepciones.

Un artículo de Ester Segarra, health coach especializada en divulgación nutricional y comunicación saludable